El pasado 6 de mayo comenzaba la cuarta edición de la Cocodona 250, una aventura de 250 millas.
Esta aventura se desarrolla en el estado de Arizona, concretamente la salida se situa en Black Canyon City y tras recorrer los 400 kilómetros llega al centro de Flagstaff. Entre medias calor, mucho calor, por el desierto entre grandes captus y sin una sombra en la que poder descansar, pero también temperaturas frescas por las cadenas montañosas que dan un respiro. Es decir, un desafío extremo por la diversidad de terreno y por el contraste de clima que ofrece este estado de Estados Unidos.
Por cierto, el nombre de Cocodona viene de «Coconino», el condado y bosque nacional donde termina la carrera y «Sedona», uno de los pueblos más emblemáticos del estado rodeado de increíbles rocas rojas por las que transcurre la carrera.
La corredora brasileña afincada en Cataluña, Manu Vilaseca se lanzó este año a hacer la prueba de las 250 millas, la que ha sido, hasta la fecha, la prueba más larga en la que ha competido. Manu tiene un gran currículum ultra que se remonta a antes de 2011. Sus mejores carreras en los últimos años incluyen una victoria en las 100 millas de Bryce Canyon de 2022 y un quinto lugar en el TDS de 2019. También ha participado en pruebas tan duras como la Everest Trail Race o la Marathon de Sables.
En este loco viaje por Arizona Manu contó con un grupo de compañeros que le hicieron asistencia y de pacer. Su «crew» estuvo formado por Brittany Peterson -con quien coordina Peak Run Performance (una plataforma de entrenamiento y nutrición online a atletas de todo el mundo), Arnold Twitchell, Nick y Victor -el contacto para conseguir la inscripción-. Además contó con 20 puestos de avituallamiento y 4 puntos de agua adicional.
La Cocodona 250 no sólo es un desafío físico, también mental y en el que hay que cuidar cada detalle, mantener una hidratación y nutrición, también el descanso, el cuidado de los pies y la gestión del material, con una mochila que pesa muchos kilos.
Hemos hablado con Manu una vez aterrizada en Moià, donde reside, para que nos cuente el por qué eligó este desafío y cómo lo afrontó.
«Este año no encontraba la motivación, ya he hecho algunas de las carreras por montaña más importantes y no quería volver a repetir esas carreras. En Youtube me encontré con un documental que me llamó la atención, THE LONG WAY HOME | Cocodona 250 ft. Eric Senseman (2022) y empecé a informarme de esta aventura y ví que todos los inscritos eran americanos. Me gustó la idea de correr por Arizona por primera vez, de vivir algo así, y ver si era capaz de realizar una prueba de tantos kilómetros. Comencé así a buscar la forma de participar y, gracias a Territorio Trail, lo conseguí».
Con la inscripción hecha realidad Manu tenía tan sólo dos meses para preparar este enorme desafío. Cierto es que la deportistas brasileña es eso, deportista, una persona con una buena base física y que está siempre activa, ya sea corriendo, montando en bici, haciendo fuerza o yoga. Manu comenzó así su preparación más específica pero con la mala suerte de caer en una lesión de rodilla: «Fue un palo porque no podía correr, pero no quería abandonar este reto, así que le dí la vuelta a la situación, si no podía correr, podía hacer otras cosas, montar en bici, yoga, entreno de fuerza y caminar. Mi mentalidad fue así, ser súper disciplinada, como un soldado. Me puse a caminar muchos kilómetros con peso y evité durante ese tiempo mirar las redes sociales porque lo que hacía yo en una semana lo hacían el resto de corredores en un día y era muy frustante».
Creo que es lo más interesante que he hecho hasta el momento pero creo que es porque me encontré bien.
El trazado atraviesa muchas tierras, comunidades y paísajes indígenas. De hecho la carrera pone en valor y pide el respeto a estos pueblos indígenas que están protegiendo su cultura y sus tradiciones: «Hasta el primer punto de avitullamiento, milla 37 aproxidamente, que llegas a Crown King, que es un pueblo muy pequeño y que cuenta con un Salon muy grande, parece que estas en una película. Llegar allí es una locura porque estas en medio de la nada. Pensaba que si me pasaba algo tendrían que sacarme en helicóptero porque no hay nada. Estaba alucinando».
En una prueba de tan larga la parte mental es muy importante. Aquí Manu decidió pensar que no estaba compitiendo: «Mi estrategia fue pensar en días. Sabía que iba a pasar una noche, dos noches. Decidí ignorar que estaba en una carrera. Pensaba que si me ponía a competir desde el inicio, tenía muchas probalidades de no terminarla. Pensando así, pensando que la terminaría el viernes o el sábado, fuí haciendo kilómetros y kilómetros a mi ritmo, con mis sensaciones, sin fijarme en ninguna corredora».
«Nunca había hecho más de 100 millas. Cuando pasé esa cifra, sobre pasé las 200 millas, no pensé que me quedan 50 millas y que había sobre pasado mis kilómetros en carrera. No pensé esto en ningún momento. Bueno, llevo un día y tal y me quedan algunos días. Es una mentalidad diferente», nos ha comentado.
Además de las dudas de si podría o no correr por la lesión que tuvo las semanas previas al reto, Manu también tenía mucha incertidumbre de cómo iba afrontar el calor, ya que según nos ha comentado durante las primeras 37 millas las temperaturas fueron muy altas: «Pasas muchísimo calor y te obligan a llevar entre 5 y 6 litros de agua, más el material obligatorio, la mochila pensaba muchísimo. Sin embargo, durante la carrera me encontré muy bien, tenía muchas ganas de correr, y fuí superando las dos inquietudes».
Mi estrategia fue pensar en días. Sabía que iba a pasar una noche, dos noches. Decidí ignorar que estaba en una carrera.
Una de las claves de carreras de este tipo es saber hacer una buena gestión también del descanso. Manu de inicio pensaba no dormir la primera noche: «Durante la preparación escuchando pódcast ví que sería un error, así que decidí en el primer día, antes de que amaneciera, pararme a dormir unos 40 minutos. Después, cuando llegué a Jerome, milla 127, necesitaba dormir. Entonces pensé en dormir sentada en una silla apoyando la cabeza en la pared, pero Nick, que me hizo la asistencia, me dijo que me fuera al coche a descansar mejor y así poder estirar las piernas. Y los 15 minutos se convirtieron en casi una hora. Cuando salí de Jerome y empecé de nuevo a correr era otra persona. Había evitado las horas de calor y me sentía con fuerzas. Ahí me dí cuenta que era mejor dormir en esos momentos del día más calurosos y aprovechar la noche para avanzar. He tenido momentos de ir caminando e ir durmiendo a la vez; me paraba unos 3 minutos, me tiraba al suele y no sé si dormía, pero mentalmente iba muy bien».
Manu hizo una muy buena carrera avanzando poco a poco posiciones. En un momento de carrera, con la retirada inicial de la que iba líder en ese momento -Mika Thewes-, la corredora brasileña se puso segunda. Era el último punto donde tenía asistencia, ya estaba compitiendo para estar en el podio y la cosa cambió. Nada más llegar, Manu preguntó a su equipo por dónde se encontraba la chica que iba por delante y la chica que iba por detrás. A la primera, Rachel Entrekin, no la iba a coger, y Kylee Drugan-Eppich estaba descansando en el anterior puesto de avituallamiento, por lo que decidió dormir aprovechando que la situación de carrera no iba a cambiar mucho. Cuando despertó salió muy tranquila hasta llegar a meta segunda y completando las 250 millas en 78:04:35.
«Es una carrera que es muy bonita y con una gran variedad. Los captus del principio me encantaron porque es algo que aquí no tenemos. Y la zona de Sedona es para grabarla porque es alucinante, son montañas enormes de color naranja y rojo. Ví el amanecer, ese paísaje no me parecía real».
Manu también nos ha confesado que no ha sido la carrera más dificil que ha hecho: «Creo que es lo más interesante que he hecho hasta el momento pero creo que es porque me encontré bien. En otras carreras más cortas y quizás con menos difícultad lo he pasado peor, como la TDS del año pasado. Aún no me lo creo, la verdad».
Los ganadores de la edición 2024 ha sido en chicas Rachel Entrekin con 73:31:25 y en chicos, Harry Subertas con 59:50:55, estableciendo un nuevo récord. El mejor tiempo femenino es de la edición 2023 por Sarah Ostaszewski con 72:50:27. Y aunque cada año hay pequeñas modificaciones en los recorridos, se mantienen esos tiempos como mejores.
El siguiente reto de Manu Vilaseca y también de su pareja Blacky Morales será en septiembre en el TOR330 – Tor des Géants® del 8 al 14 de septiembre de 2024. Les deseamos mucha suerte a los dos.